martes, 19 de diciembre de 2017

USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS EN LA INDUSTRIA

Hoy en día, sabemos que las tecnologías de la información y la comunicación, representan la gran tendencia en telecomunicaciones en muchos niveles de nuestra vida. El impulso en el incremento en la utilización de las mismas en entornos industriales parece, a pesar de ello, que no tiene todavía la fuerza suficiente. Quizás por la falta de experiencia en la integración de este tipo de tecnologías por parte de las empresas dedicadas a la automatización de sistemas, más enfocadas hacia sistemas y formas de trabajo tradicionales de la mano de grandes fabricantes anclados en un pasado reciente y que, claramente, debería adaptar sus formas y métodos.
Implementar el uso de tecnologías TIC en la industria ayudaría a lograr un mayor control productivo y organizacional, mejorando la calidad de los procesos y el producto, con una clara disminución de costes asociados. La integración de todos los sistemas de la organización, mientras que en ciertas áreas es algo admitido y ya en pleno funcionamiento, no lo es en las partes correspondientes directamente a proceso.
Pero, ¿cuáles serían concretamente las ventajas de esta implementación en un entorno industrial? Podemos extendernos mucho en este punto, pero a fuerza de ser concretos, citaremos solo unos ejemplos:
• Aumento de la Información, con la consiguiente bajada de los costes.
• Posibilidad de deslocalización de la producción.
• Mejor conocimiento del entorno, mejora de la eficacia de las tomas de decisiones.
• Organización menos jerarquizada, repartición sistemática y práctica de la información.
• Mejor gestión de los recursos humanos.
• Extensión del mercado potencial (comercio electrónico).
• Disminución de los costes logísticos.
• Desarrollo de las innovaciones en servicios y respuestas a las necesidades de los consumidores.
• Mejora de la imagen de marca de la empresa.
Con todo ello, el cambio de tecnología en una empresa o en cualquier lugar siempre concibe un gran desafío, puesto que se genera en el recurso humano algo muy conocido llamado resistencia al cambio; este es un temor causado hacia lo que se considera como desconocido o nuevo dentro del proceso habitual manejado. Debemos entender pues estos cambios no como tales, sino como un progreso que nos va a permitir afrontar y enfrentar los nuevos y diferentes retos en este globalizado entorno.
El desarrollo de apps en entornos industriales es pues, a nuestro modo de ver, más que una realidad. Es el futuro que ya ha llegado. Es la nueva forma de entender los sistemas, que en nuestra cotidianeidad se hace palpable y que, como integradores de sistemas, debemos tratar de llevar a nuestro entorno de trabajo profesional.

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